Se trata de equilibrar tu vida material con tu cultivo espiritual. En muchas ocasiones, la persona materialista se centra tanto en las actividades externas que descuida el cultivo espiritual. Y por contra, el espiritualista, rompe o quiere romper totalmente con la parte material de su existencia. Ambos caminos no suelen conducir a buen fin.
El Bhakti yoga nos da la solución: como encontrar nuestra actividad correcta dentro de la esfera material y al mismo tiempo cultivar nuestra identidad espiritual. Gradualmente, se va comparando la experiencia material con la espiritual y el desapego viene debido a experimentar el gusto superior del ámbito espiritual, lo cual hace palidecer a los otros placeres y los revela como disfrute de cuarta o quinta categoría.
Poco a poco, pero con seguridad y experiencia directa, viene el desapego interior, no es necesario dejar el deber material adquirido por el karma, el cuerpo y sus relaciones. El propio proceso de bhakti te conduce a la meta suprema sin esfuerzos adicionales.